“No es necesario hacer cosas extraordinarias, haz cosas ordinarias extraordinariamente bien”
¿Qué tiene que ver la Imagen Pública con la crisis financiera que existe en el mundo? Probablemente usted se sorprenda al saber que la Imagen en época de recesión económica es una de las herramientas más poderosas que existen para no ser despedido. Sin embargo, no estamos hablando solamente de la manera de vestir y actuar, ¡claro que cuenta!, pero el concepto de una buena proyección personal va mucho más allá.
Hoy en día, la mecánica de la globalización exige a todo profesional estar a la altura de las expectativas de las mejores empresas en el extranjero, de tal manera, la competencia laboral ya no puede ser solamente por sus conocimientos técnicos, sino por su apariencia y sus buenas maneras. El manejo de una adecuada Imagen Pública da seguridad y más confianza al que hace uso de ella, le otorga poder y logra resultados medibles.
Lo normal como en cualquier situación de crisis, es que las empresas empiecen a disminuir sus costos, a aligerar sus compromisos y a analizar muy bien las inversiones en las que van a incurrir … muchas veces la necesidad de reducir el personal es inminente.
Veamos algunas estrategias que nos ayudan a saber cómo desde nuestras posibilidades podemos colaborar para mejorar nuestra empresa y conservar nuestra fuente de empleo:
1) Invierta en su Imagen:
Recuerde que el 55% del impacto visual de una persona es su apariencia, la manera como viste y sus relaciones con los demás. Lucir y conducirse como profesional cuenta, y mucho más para conservar su empleo. Son conceptos que le ayudan a comunicar sin palabras que está comprometido con su trabajo; además, el buen manejo de las habilidades sociales siempre le abrirán las puertas en cualquier campo. No escatime en este punto, y tampoco crea que el tema de la Imagen es una acción vana, fútil o innecesaria.
2) Sea irremplazable:
Hágase notar por su jefe. Si pasa inadvertido para él, es como si no existiera. Anticípese a las necesidades de sus superiores o a las de la empresa. Proponga oportunidades de desarrollo, sea proactivo y promueva la eficiencia. Demuestre el por qué su puesto es tan importante y por qué debe ser usted y nadie más, quien debe ejecutarlo.
3) Contagie optimismo y trabaje en equipo:
Ante la situación actual, la actitud positiva es muy importante en cualquier empresa. Una persona alegre y sonriente es más valorada que aquella que solo ve desgracia o siempre está de mal humor. Una crisis se debe ver como la oportunidad de desarrollar la máxima eficiencia para poder seguir compitiendo, y los jefes buscan apoyarse en personas cercanas y entusiastas. Ayúdelo a proponer ideas frescas y aplicables a las necesidades de la compañía. Proponga al resto del personal que sean más empáticos y a que busquen juntos el logro de las metas establecidas.
4) Socialice:
No deje de asistir a los encuentros sociales de la empresa. Las personas que son más visibles y extrovertidas son más recordadas. Sea amable, atento y procure a sus compañeros
Si ha seguido los consejos anteriores en forma honesta y congruente, los demás tendrán una excelente imagen de usted y valorarán más el por qué debe permanecer en la firma, aún cuando hubiese un recorte de personal.
Toda crisis trae bajo la manga nuevas oportunidades para aquellos que son capaces de verlas. Es durante estas etapas en donde sólo los mejores prevalecen y en donde surgen las mejores ideas, producto de las grandes necesidades de la humanidad.