Algunos ejemplos de fragancias que se ajustan a determinados tipos de personalidad son los siguientes.
Amaderados: Aromas como el sándalo y la madera de cedro son muy clásicos, elegantes y ligeramente masculinos. Apelan a personas serenas y sutilmente sensuales, pues hay que estar cerca para percibirlos a flor de piel.
Cítricos: Estas son fragancias frescas que gustan a las personalidades discretas, que no quieren imponer su presencia, y a las que prefieren los olores “a limpio”. Por su naturalidad, son perfumes que se eligen para el día.
Marinos: Las llamadas notas ozónidas capturan el aroma del agua de mar, que recuerda al salitre e incluso a las algas, y gustan a las personas deportistas, muy activas, amantes del aire libre y de los deportes de agua.
Acuáticos: A diferencia de los marinos, éstos recogen el olor de la lluvia, el musgo fresco o las flores acuáticas, suelen ser muy transparentes y ligeras. Son para aquellas personas que odien sentirse encerradas y que por lo tanto, aprecian los espacios abiertos.
Florales: Los “bouquets” de flores, como las rosas o el jazmín, son el corazón de la gran mayoría de los perfumes clásicos y gustan básicamente a personas apasionadas que reconocen el encanto de las cosas hermosas y los pequeños detalles. Suelen ser excelentes anfitriones(as).
De flores blancas: El nardo, la gardenia, los lirios, la fresia … son flores que resultan muy carnales, sensuales y que dan un aire embriagador a los perfumes que gustan las personas muy coquetas, dulces y cariñosas (hombre o mujer).
Orientales: Las notas de ámbar, vainilla, pachulí o pimientas, son la base de las fragancias orientales, que atraen a las personas seguras de sí mismas, de fuerte personalidad y sin miedo a destacar ante los demás.
Gourmet: Estos perfumes contienen notas comestibles como chocolate, vainilla, frutas dulces, higos o algodón de azúcar. Tienen gran éxito entre personas que se sienten y se saben “sexys” y atrevidas, así como entre las chicas jovencitas que adoran este toque goloso.
Cuando compre su próximo perfume, tómese su tiempo y analice cuáles grupos de aromas son los de su agrado y tipo de personalidad. Una vez que lo encuentre, cásese con él … lo que andamos buscando es que, cuando alguien perciba ese aroma en otra parte, diga … “me recuerda a”